El traje de Alexander estaba sorprendente. Ciertamente Goldwing era muy hábil en su trabajo manual, ya fuera en armas o en sastrería. El abrigo de Alexander, negro azabache, daba la impresión de que su cuerpo estuviera sumido en sombras todo el tiempo. Junto con su sombrero lo hacían desaparecer ante cualquier persona que no pusiera atención. Finalmente, con la camisa, Goldwing le obsequió un pañuelo rojo y le indicó cómo usarlo. ‘Los detalles son muy importantes’ repetía cada vez que Alexander no comprendía el por qué de la situación. Las h
Era un callejón como cualquier otro. Pero algo en el aire lo hacía, digamos, diferente. Una peculiar presencia constante, como si acechara en espera del primer descuido. No fue muchos metros de la entrada cuando Alexander oyó un clic cerca del suelo. Suficiente perspicacia y adrenalina pura lo hicieron saltar hacia delante, evitando un silencioso dardo. De ahí en adelante el camino sería aún más complejo. Poco a poco fue avanzando entre las paredes de lo que ahora parecía un laberinto y muchas veces se preguntó si era necesario seguir; si ese viaje por un callejón lleno de
La joven Alice Rimlard, de origen galés, no tenía nada que envidiarle a las otras jóvenes del orfanato puesto que tenía lo más importante que una chica de 17 años pudiera desear: el amor de un hombre. Louis correspondía sus coqueteos y atenciones a pesar de ser mucho mayor y como resultado de este juego nace en secreto Alexander. A pesar del riesgo que significaba tener un hijo sin poderle dar nada, Alice, ya de 18 años, huye con Louis, para enterarse de que es un hombre casado y con deudas monetarias inimaginables. Alice decide abandonar Merthyr Tydfil, su ciudad natal, y viajar a Cardi
El traje de Alexander estaba sorprendente. Ciertamente Goldwing era muy hábil en su trabajo manual, ya fuera en armas o en sastrería. El abrigo de Alexander, negro azabache, daba la impresión de que su cuerpo estuviera sumido en sombras todo el tiempo. Junto con su sombrero lo hacían desaparecer ante cualquier persona que no pusiera atención. Finalmente, con la camisa, Goldwing le obsequió un pañuelo rojo y le indicó cómo usarlo. ‘Los detalles son muy importantes’ repetía cada vez que Alexander no comprendía el por qué de la situación. Las h
Era un callejón como cualquier otro. Pero algo en el aire lo hacía, digamos, diferente. Una peculiar presencia constante, como si acechara en espera del primer descuido. No fue muchos metros de la entrada cuando Alexander oyó un clic cerca del suelo. Suficiente perspicacia y adrenalina pura lo hicieron saltar hacia delante, evitando un silencioso dardo. De ahí en adelante el camino sería aún más complejo. Poco a poco fue avanzando entre las paredes de lo que ahora parecía un laberinto y muchas veces se preguntó si era necesario seguir; si ese viaje por un callejón lleno de
La joven Alice Rimlard, de origen galés, no tenía nada que envidiarle a las otras jóvenes del orfanato puesto que tenía lo más importante que una chica de 17 años pudiera desear: el amor de un hombre. Louis correspondía sus coqueteos y atenciones a pesar de ser mucho mayor y como resultado de este juego nace en secreto Alexander. A pesar del riesgo que significaba tener un hijo sin poderle dar nada, Alice, ya de 18 años, huye con Louis, para enterarse de que es un hombre casado y con deudas monetarias inimaginables. Alice decide abandonar Merthyr Tydfil, su ciudad natal, y viajar a Cardi